AVES Y VITICULTURA
1.
INTRODUCCIÓN
Se
trata de reflexionar sobre el uso de agroquímicos y otras prácticas
culturales en viticultura para valorar sus consecuencias desde un
punto de vista ambiental.
Uno
de los aspectos que se pueden abordar es el efecto de la
heterogeneidad espacial sobre la biodiversidad. Para abordarlo hemos
comparado dos zonas agrícolas con viñedo en Huércanos:
1)
una en Torruza, más heterogénea
2)
otra en el camino de Fuenmayor, más homogénea.
Torruza
(Huércanos)
Camino
de Fuenmayor (Huércanos)
2.
DESCRIPCIÓN DEL ÁREA DE ESTUDIO, MÉTODO Y RESULTADOS
Para
el estudio de la biodiversidad en ambas zonas se han llevado a cabo
dos censos mensuales durante el invierno (en los meses de diciembre y
enero) y durante la primavera (en mayo y junio).
Para
calcularla hemos utilizado el Índice
de Shannon-Weaver. Este
índice de biodiversidad tiene en cuenta dos factores: por un lado,
el número de especies o la riqueza de ellas en una región y por
otro, la dominancia, es decir, la abundancia de individuos de una
especie respecto del total.
La
fórmula del índice de Shannon es la siguiente:
H
′ = − ∑ p i ln p i,
es decir, menos el sumatorio desde 1 hasta S (siendo S el número
total de especies detectadas) de Pi por lnPi.
S:
número de especies
Pi:
proporción de individuos de la especie i respecto del total de
individuos (ni/N).
ni:
número de individuos de la especie i.
N:
número total de individuos de todas las especies.
Para
calcular el número total de individuos de cada especie (ni) hemos
sumado los resultados de los dos o tres censos de cada mes y hemos
hecho la media, ajustando al número entero superior.
N
es el total de individuos de todas las especies (todos los ni), tanto
los de invierno por un lado como los de primavera por otro.
Finalmente
hemos comparado, por una parte, la biodiversidad de ambas zonas tanto
en invierno como en verano, y por otra, la biodiversidad invernal y
estival de cada zona por separado.
Itinerario
1 (Torruza, Huércanos)
La
zona de Torruza, Huércanos, corresponde a un encinar asentado en un
glacis sobre conglomerados paleógenos de matriz silícea. Tras su
tala y puesta en cultivo, el área de estudio presenta el aspecto de
un mosaico de matorral, rodales de encinas (Quercus
ilex)
y ejemplares aislados, y viñedos.
Entre
las especies que forman el matorral podemos citar aulagas (Genista
scorpius),
rosales silvestres (Rosa
sp.),
zarzas (Rubus
sp.),
coscojas (Quercus
coccifera)
y jaras (Cistus
albidus,
C.
salviifolius).
En los cultivos de vid, hay viñedos con suelos desnudos y otros con
cierta cobertura vegetal, tanto en primera como en otoño. En esta
estación es muy interesante la cobertura de chenopodiáceas por su
alta producción de semillas.
Aspecto otoñal de una viña con
chenopodiáceas en Torruza
En
el recorrido tenemos una zona de visión aproximadamente de 35 ha.
Los
cultivos de vid son mayoritarios en esta zona de estudio ya que
ocupan 27 ha, un 80% de la superficie total. Los rodales de encinas
se extienden por 6 ha, un 14 % y el resto, 2 ha (un 6 %) corresponden
a pastizales y matorral.
Itinerario
por Torruza
Superficie
de visión, Torruza
Para
conocer la biodiversidad estival hemos ido dos veces al mes a censar
durante los meses de mayo y junio (4 censos en total), y para
calcular la biodiversidad invernal, se han realizado 4 censos también
(en este caso 1 por mes) durante los meses de noviembre, diciembre,
enero y febrero.
El
itinerario de censo tiene una longitud de 1.55 Km y cada censo ha
tenido una duración de 50 minutos.
Biodiversidad
invernal
FECHA
|
MEDIA
|
pi
|
pi*lnpi
|
||||
ESPECIES
|
28/11/18
|
12/12/18
|
23/01/19
|
06/02/19
|
|||
Perdiz
roja
|
0
|
2
|
0
|
3
|
2
|
0,018
|
-0,074
|
Buitre
leonado
|
0
|
0
|
5
|
0
|
2
|
0,018
|
-0,074
|
Aguilucho
lagunero
|
0
|
0
|
2
|
0
|
2
|
0,018
|
-0,074
|
Aguilucho
pálido
|
0
|
0
|
1
|
0
|
1
|
0,009
|
-0,044
|
Gavilán
común
|
0
|
0
|
1
|
0
|
1
|
0,009
|
-0,044
|
Milano
real
|
1
|
3
|
5
|
2
|
4
|
0,038
|
-0,12
|
Busardo
ratonero
|
0
|
0
|
1
|
2
|
2
|
0,018
|
-0,074
|
Cernícalo
vulgar
|
0
|
0
|
0
|
1
|
1
|
0,009
|
-0,044
|
Corneja
negra
|
0
|
1
|
3
|
0
|
2
|
0,018
|
-0,074
|
Carbonero
común
|
0
|
0
|
0
|
1
|
1
|
0,009
|
-0,044
|
Chochín
común
|
0
|
0
|
1
|
0
|
1
|
0,009
|
-0,044
|
Alondra
totovía
|
12
|
8
|
0
|
0
|
5
|
0,047
|
-0,14
|
Mosquitero
común
|
0
|
1
|
1
|
0
|
2
|
0,018
|
-0,074
|
Curruca
cabecinegra
|
1
|
4
|
0
|
1
|
2
|
0,018
|
-0,074
|
Curruca
rabilarga
|
0
|
1
|
0
|
0
|
1
|
0,009
|
-0,044
|
Herrerillo
común
|
0
|
2
|
0
|
3
|
2
|
0,018
|
-0,074
|
Reyezuelo
listado
|
1
|
3
|
1
|
0
|
2
|
0,018
|
-0,074
|
Petirrojo
europeo
|
10
|
9
|
3
|
9
|
8
|
0,075
|
-0,2
|
Zorzal
común
|
13
|
14
|
5
|
5
|
9
|
0,084
|
-0,21
|
Zorzal
alirrojo
|
2
|
0
|
0
|
0
|
2
|
0,018
|
-0,074
|
Mirlo
común
|
3
|
5
|
1
|
4
|
4
|
0,038
|
-0,12
|
Estornino
pinto
|
0
|
0
|
40
|
0
|
10
|
0,099
|
-0,22
|
Acentor
común
|
0
|
1
|
1
|
1
|
3
|
0,009
|
-0,1
|
Pinzón
vulgar
|
68
|
6
|
1
|
3
|
20
|
0,19
|
-0,31
|
Verderón
común
|
0
|
0
|
0
|
3
|
2
|
0,018
|
-0,074
|
Pardillo
común
|
0
|
1
|
0
|
0
|
1
|
0,009
|
-0,044
|
Jilguero
europeo
|
1
|
0
|
34
|
2
|
9
|
0,084
|
-0,21
|
Serín
verdecillo
|
0
|
2
|
0
|
1
|
2
|
0,018
|
-0,074
|
Escribano
palustre
|
0
|
0
|
3
|
0
|
2
|
0,018
|
-0,074
|
Escribano
soteño
|
0
|
4
|
1
|
2
|
3
|
0,009
|
-0,1
|
112
|
67
|
110
|
43
|
107
|
-3,00
|
||
30
|
10
|
17
|
19
|
16
|
La
comunidad invernal está constituida por 30
especies
de las cuales 21 (un 70%) son residentes y
9,
el 30% restante, son invernantes en la zona.
El
pinzón
vulgar
es la especie más abundante en invierno, como consecuencia de la
llegada de un importante contingente de aves europeas a la península
Ibérica a invernar. Otras especies abundantes son el estornino
pinto
o el jilguero
europeo,
especies que, como el pinzón vulgar, forman bandos constituidos por
muchos ejemplares durante el otoño y el invierno. Estos bandos
pueden ser monoespecíficos (con ejemplares de la misma especie) o
mixtos (con ejemplares de diferentes especies). La formación de
bandos constituye una estrategia adaptativa que facilita, tanto la
búsqueda de alimento como la defensa frente a posibles depredadores.
Son muy frecuentes en muchas especies fuera de la temporada de cría.
Otras
dos especies abundantes en Torruza durante el invierno son el zorzal
común
y el petirrojo
europeo.
El primero, además, resulta más abundante en la primera parte de la
invernada, cuando todavía quedan en las viñas las racimas que no se
recogieron durante la vendimia. El hábitat semiforestal de la zona y
las uvas parecen proporcionar unos recursos propicios para la
invernada del petirrojo europeo.
Entre
las rapaces merece destacar al milano
real,
una especie carroñera, que aprovecha la abundancia de conejos y que
cuenta con un dormidero comunal bastante próximo en las choperas del
río Najerilla.
Tanto
el número de especies como el de ejemplares
(media de 109)
fluctúa mucho a lo largo de los 4 meses invernales. La
impredecibilidad a la hora de encontrar alimento, así como el
movimiento contínuo de los bandos de fringílidos y otras especies
podrían explicarlo.
Racimos de uvas en el suelo después
de la vendimia. Constituyen un importante recurso trófico para
muchas especies invernantes durante la primera mitad del invierno.
En
el gráfico adjunto se puede observar que la comunidad invernal de
Torruza está dominada
por especies granívoras/frugívoras (36,7 %).
Zorzales, fringílidos (pinzones vulgares, verderones comunes,
pardillos comunes, jilgueros europeos y serines verdecillos) y
escribanos son las aves más comunes en invierno. La presencia de
uvas tras la vendimia y la fructificación de muchas especies
arvenses en otoño como las chenopodiáceas proporcionan unos
recursos estacionales que estas aves aprovechan. Incluso la
fructificación vernal (a finales del invierno) de muchas especies de
plantas crucíferas y compuestas sigue proporcionando frutos a este
gremio de especies.
La
presencia de muchas especies insectívoras en Torruza (33,3 %), a
pesar de la escasez de invertebrados en invierno, nos indica la
importancia de la heterogeneidad espacial en las zonas agrícolas.
Estas aves pueden encontrar alimento y refugio en los pastizales,
matorrales densos, bajo las hojas caídas en el suelo o en las
grietas de la corteza y entre las hojas de las encinas. Especies más
forestales como el herrerillo común, carbonero común, reyezuelo
listado, mosquitero común, las ligadas a formaciones arbustivas como
las currucas, el chochín o el acentor común y otras propias de
medios más abiertos como la alondra totovía se benefician de ese
mosaico de hábitats que conserva la zona.
El
porcentaje de rapaces en la comunidad (23,3 %) también tiene su peso
en invierno.
Aspecto invernal de los parches no
cultivados en Torruza. Estos hábitats proporcionan alimento y
refugio a las aves insectívoras en invierno.
Este
mosaico de hábitats en Torruza y unas buenas prácticas agrícolas
como dejar la uvas en los sarmientos tras la vendimia y la cubierta
vegetal en muchas viñas, favorece una interesante biodiversidad
invernal (índice
de biodiversidad de 3).
Biodiversidad
estival
ESPECIES
|
16/05
|
30/05
|
12/06
|
24/06
|
media
|
pi
|
pixlnpi
|
Perdiz
roja
|
1
|
3
|
1
|
2
|
0,027
|
-0,0975
|
|
Cigüeña
blanca
|
1
|
1
|
0,014
|
-0,0597
|
|||
Milano
negro
|
1
|
1
|
1
|
1
|
0,014
|
-0,0597
|
|
Buitre
leonado
|
3
|
3
|
2
|
0,027
|
-0,0975
|
||
Buitre
negro
|
1
|
1
|
0,014
|
-0,0597
|
|||
Busardo
ratonero
|
1
|
1
|
0,014
|
-0,0597
|
|||
Águila
calzada
|
1
|
1
|
1
|
0,014
|
-0,0597
|
||
Tórtola
europea
|
1
|
2
|
1
|
0,014
|
-0,0597
|
||
Vencejo
común
|
4
|
2
|
2
|
0,027
|
-0,0975
|
||
Abejaruco
europeo
|
1
|
1
|
0,014
|
-0,0597
|
|||
Abubilla
común
|
1
|
1
|
2
|
1
|
2
|
0,027
|
-0,0975
|
Pico
picapinos
|
1
|
1
|
0,014
|
-0,059700
|
|||
Cogujada
común
|
2
|
2
|
0,027
|
-0,0975
|
|||
Alondra
totovía
|
4
|
1
|
2
|
1
|
2
|
0,027
|
-0,0975
|
Bisbita
campestre
|
1
|
1
|
1
|
1
|
0,014
|
-0,0597
|
|
Ruiseñor
común
|
4
|
6
|
5
|
4
|
5
|
0,068
|
-0,1828
|
Mirlo
común
|
2
|
6
|
3
|
2
|
4
|
0,055
|
-0,1595
|
Zarcero
políglota
|
4
|
5
|
5
|
5
|
5
|
0,068
|
-0,1828
|
Curruca
mirlona occidental
|
1
|
1
|
1
|
0,014
|
-0,059700
|
||
Curruca
capirotada
|
1
|
2
|
1
|
4
|
2
|
0,027
|
-0,0975
|
Reyezuelo
listado
|
2
|
1
|
1
|
1
|
2
|
0,027
|
-0,0975
|
Herrerillo
común
|
2
|
2
|
1
|
0,014
|
-0,0597
|
||
Corneja
negra
|
2
|
4
|
3
|
3
|
0,041
|
-0,1309
|
|
Estornino
negro
|
6
|
2
|
0,027
|
-0,0975
|
|||
Pinzón
vulgar
|
4
|
4
|
3
|
4
|
4
|
0,055
|
-0,1595
|
Serín
verdecillo
|
9
|
16
|
20
|
12
|
0,164
|
-0,2964
|
|
Verderón
común
|
3
|
2
|
2
|
2
|
3
|
0,041
|
-0,1309
|
Jilguero
europeo
|
2
|
3
|
1
|
2
|
0,027
|
-0,0975
|
|
Pardillo
común
|
7
|
4
|
6
|
5
|
0,068
|
-0,1828
|
|
Escribano
soteño
|
2
|
2
|
1
|
0,014
|
-0,0597
|
||
30
|
73
|
-3,117
|
|||||
Mayo
25
|
Junio
26
|
3,117
|
Al
igual que la invernal, la comunidad estival está constituida por 30
especies,
11 de las cuales son estivales (36.67 %) y 19 residentes (63.33 %).
Las especies estivales son: cigüeña blanca, milano negro, águila
calzada, tórtola europea, vencejo común, abejaruco europeo,
abubilla común, bisbita campestre, ruiseñor común, zarcero
políglota y curruca mirlona occidental.
La
especie más abundante, con una media de 12 ejemplares, es el serín
verdecillo.
De hecho su canto acompaña la mayoría de los censos. La presencia
de encinas y vides para la ubicación del nido y la abundancia de
plantas en estos medios abiertos que fructifican a lo largo de la
temporada de cría explican esos números. Otras especies abundantes
con una media de 5 son el ruiseñor
común y
el
zarcero políglota.
La presencia de matorrales densos con coscoja y zarzas facilita la
cría de estas especies, muy dependientes de esos medios arbustivos.
La misma media presenta el pardillo común que necesita para criar
arbustos pequeños. Aunque en este caso también puede explicar este
número la presencia de grupos familiares (hay que tener en cuenta
que en la mayoría de especies los contactos en esta época se
refieren a machos cantando). Algo menos abundantes (media de 4) son
el pinzón
vulgar que
cría en las encinas y el
mirlo común que
lo hace en arbustos grandes y densos.
Visto
lo anterior, vemos que la comunidad estival de aves de Torruza está
dominada por especies que nidifican en medios arbustivos. Las dos
currucas, el reyezuelo listado y el escribano soteño también crían
en ellos. No obstante también hay especies que hacen los nidos en el
suelo como la alondra totovía, la perdiz roja o la bisbita
campestre. La abubilla necesita huecos para ubicar su nido. Los
muchos majanos de piedras de la zona son un buen lugar para sacar
adelante sus polladas.
Entre
las rapaces cabe destacar el milano
negro,
que al igual que el milano real que encontramos en invierno, es una
especie carroñera que se aprovecha de la gran cantidad de conejos e
insectos, incluso de sus visitas al basurero de Nájera. Es muy
abundante en La Rioja, con una buen población asentada en los sotos
del río Ebro y el curso medio bajo de sus principales afluentes.
Tórtola europea, Torruza, una especie
migradora y estival, con su población europea en franco declive.
Otra
especie que merece una líneas más es la tórtola
europea por
la disminución paulatina e incesante de sus efectivos poblacionales.
La intensificación agrícola y la consecuente transformación del
paisaje rural es la principal causa de este declive. Sin olvidarnos
de una excesiva presión cinegética que agrava aún más el
problema.
No
todas las especies que aparecen en los censos crían en la zona.
Buitres y cigüeñas están de paso al vertedero. La mayoría de las
rapaces están de caza, lo mismo que el abejaruco que cría en
taludes y aquí no hay. Vencejos y tordos nidifican en los pueblos.
En total, el
63,33 % de las especies (19/30) nidifican en Torruza.
Además
del lugar de nidificación en época estival, es importante también
la alimentación. Clasificando a las especies de Torruza según este
criterio, encontramos 7 especies granívoras (23.3 %) como la tórtola
europea, 2 carroñeras como el buitre negro y el buitre leonado, 2
carnívoras (16.7 %) como el busardo ratonero y el águila calzada,
una omnívora (13.3 %) como la corneja negra y 14
insectívoras (la mayoría, un 46.7 %)
como el vencejo común.
La
presión evolutiva que explica las migraciones de las aves es la
presencia o ausencia de alimento. En primavera/verano tiene lugar, en
el hemisferio N, un incremento en el alimento disponible al salir las
hojas de los árboles y producirse la floración de todas las
especies. Esto lo aprovechan los insectos que se convierten así en
al dieta básica de la mayoría de las aves, tanto por su abundancia
como por ser una importante fuente de proteínas que facilitan un
rápido crecimiento de los pollos. No es de extrañar por ello la
importancia de este gremio de aves en la comunidad estival.
Un
último aspecto a considerar es el número de especies por mes, 25
en mayo y 26 en junio.
La elevada
heterogeneidad espacial,
es decir la amplia variedad de hábitats presentes en Torruza,
explica ese elevado número de especies. Tanto el alto número como
la inexistencia de dominancia explican una alta
biodiversidad estival (3,12).
Torruza, verano
Comparación
biodiversidad invernal/estival
1.
La comunidad de aves de Torruza, tanto en invierno como en verano,
está formada por el
mismo número de especies, 30.
Sí
hay diferencias, no obstante, en el número
de especies
por mes, más alto en los de verano (25 en mayo y 27 en junio) y
menor en invierno: 10 en noviembre, 17 en diciembre, 19 en enero y 16
en febrero.
También
hay diferencias en el número
de aves,
en este caso mayor en invierno (media de 107) que en verano (media de
73).
Con
estos datos, el índice
de biodiversidad es similar y relativamente alto,
si bien ligeramente mayor en verano (3,12
frente a 3).
Aunque en ambos periodos la riqueza de especies es la misma, la
dominancia de algunas especies gregarias en invierno, disminuye un
poco el índice de biodiversidad en este periodo fenológico.
El
elevado número de especies en invierno se atribuye a la abundancia
de recursos tróficos (uvas y frutos de plantas arvenses e insectos
entre los matorrales y en las encinas). En verano, sobre todo, a la
elevada heterogeneidad espacial que posibilita la conservación de
diversos hábitats de cría: suelo, majanos, matorral y encinas.
El
menor número de especies por mes en invierno y su alta fluctuación
intermensual se debe a la variación del alimento a lo largo de la
estación (más uvas y semillas al comienzo del otoño) y al
movimiento errático de los bandos en la búsqueda del mismo. La
mayor variabilidad en las condiciones meteorológicas cuando se
realizan los censos, también es un factor a tener en cuenta.
El
mayor número de ejemplares
durante
los meses de invierno, como ya se ha comentado, es debido a la
formación de bandos que ocurre durante esta época del año.
2.
El número de especies presentes en invierno y verano en Torruza
asciende a 47.
De ellas sólo
13
(un
27,6 %)
están presentes en ambas estaciones por lo que podemos concluir que
existe un elevado reemplazo estacional. La comunidad invernal es muy
diferente de la estival. Además de que las especies invernantes y
las estivales son diferentes, también, entre las consideradas
residentes hay cambios notables por estación:
Especies
presentes en invierno como el aguilucho
lagunero, el
gavilán común, el
cernícalo vulgar, el
chochín común y las
currucas cabecinegra y
rabilarga
desaparecen en verano a pesar de ser residentes. Ya hemos comentado
que la presión selectiva invernal es el alimento. Estas especies lo
encuentran aquí en esta estación y en verano sus requerimientos de
cría las llevan a otros hábitats apropiados. Los chochines y
currucas rabilargas (especies insectívoras) podrían ser serranas y
moverse altitudinalmente buscando el alimento y refugio que les
ofrece el mosaico de ambientes de Torruza.
El
caso más llamativo de especie presente en verano y que está ausente
de la comunidad invernal es la
curruca capirotada.
Como también se ha comentado la presión selectiva que condiciona la
comunidad estival es la presencia de hábitats adecuados de cría.
Esta curruca cría en hábitats forestales pero su dieta invernal es
fundamentalmente frugívora. Los olivares del valle del Ebro se
llenan de ejemplares de esta especie en invierno.
3.
Por último, si comparamos las dos comunidades en cuanto al gremio de
aves dominante según su alimentación, vemos que en
invierno son más abundantes las aves granívoras/frugívoras (36,7
%) y en verano las insectívoras (46,7 %).
Ya
se ha comentado ampliamente la importancia de los recursos
alimenticios en invierno. Lo mismo que el aprovechamiento de la
biomasa estacional de invertebrados por parte de la comunidad estival
para sacar adelante a sus polladas.
NOTA: Los alumnos de CTMA de 2º de Bachillerato de curso 2018/19, Álvaro Fuentes Castresana, Ander Lezana Martínez, Diego Rodríguez Orodea y Raúl Sánchez Aranzubía participaron en los censos invernales y elaboraron algunos resultados y conclusiones. Las alumnas de CTMA, del curso 2019/20, Paula Azofra Loza y Andrea Blanco Francia han realizado las tablas, calculado los índices de biodiversidad y terminaron el trabajo. Todo ellos bajo la supervisión del profesor Jesús Serradilla Rodríguez.
NOTA: Los alumnos de CTMA de 2º de Bachillerato de curso 2018/19, Álvaro Fuentes Castresana, Ander Lezana Martínez, Diego Rodríguez Orodea y Raúl Sánchez Aranzubía participaron en los censos invernales y elaboraron algunos resultados y conclusiones. Las alumnas de CTMA, del curso 2019/20, Paula Azofra Loza y Andrea Blanco Francia han realizado las tablas, calculado los índices de biodiversidad y terminaron el trabajo. Todo ellos bajo la supervisión del profesor Jesús Serradilla Rodríguez.
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